David del Río
El duelo en los niños: Cómo ayudar a los niños a entender y afrontar la muerte
Para los adultos, hablar con los niños sobre la muerte puede resultar complicado. Sin embargo, en algún momento de la vida de los niños, es probable que se enfrenten a un duelo, debido a la muerte de un ser querido, una mascota o alguna figura pública. En estas situaciones, es común que los adultos no sepan cómo abordar el tema.

Los niños son muy perceptivos y pueden captar el ambiente emocional que les rodea. Si los adultos evitan hablar sobre la muerte, los niños pueden obtener información de fuentes menos confiables o crear sus propias ideas distorsionadas al respecto. Es fundamental que los adultos elijan cuidadosamente las palabras que utilizan al hablar de la muerte, ya que algo que puede ser reconfortante para un adulto puede generar miedo en un niño. Por lo tanto, es importante considerar cómo un niño puede interpretar frases como "descansa en paz", "lo perdimos", "se fue al cielo", "nos dejó", "ya no está con nosotros", "dejó de sufrir" o "se fue a un lugar mejor".
Los niños pueden reaccionar y mostrar el dolor de distintas maneras; por ejemplo: cambiar los hábitos de alimentación y de sueño, estar inusualmente callados o malhumorados, dejar de hablar y estar angustiados en general, manifestar miedo de quedarse solos, tener pesadillas y rabietas. De igual manera, pueden pensar que hicieron algo para causar la muerte y al preocuparse por su propia muerte podrían llegar a desarrollar síntomas de enfermedades imaginarias. Se sugiere que, frente a estas circunstancias, el adulto no compare el dormir con la muerte, explique lo que le pasa al cuerpo cuando la persona muere, por ejemplo, el corazón deja de latir, la respiración deja de fluir, el cuerpo ya no se mueve ni siente más dolor, y la persona no se "despertará".
Es importante asegurarle al niño que él no causó la muerte y si se decide que asista al funeral, hay que prepararlo con detalles sencillos acerca de lo que sucede en estos eventos. Si se presentan problemas físicos hay que expresarle que está permitido estar triste, pero hay que protegerlo de un dolor intenso acudiendo a orientación profesional. Se recomienda responder las preguntas con honestidad, está bien decir que no tienes las respuestas; hay que compartir los propios sentimientos y los recuerdos de la persona fallecida. Es favorable motivarlos a expresar sus emociones (incluso el enojo) a través de dibujar, escribir un poema o crear una obra de arte. No hay que olvidar que son niños y necesitan apoyo y consuelo. Se le puede dar al niño algo que haya pertenecido a la persona que murió como una manera de recordarla y conmemorarla. Como los adultos, los niños necesitan hacer el duelo y procesar la pérdida. Pero pueden hacerlo de maneras que no se parecen a la tristeza o el dolor de un adulto.
Es posible que los niños sientan que han hecho algo para causar la muerte, lo que puede llevarlos a preocuparse por su propia mortalidad y desarrollar síntomas de enfermedades imaginarias. Ante estas circunstancias, se recomienda que los adultos eviten comparar la muerte con el sueño y expliquen con cuidado lo que sucede con el cuerpo cuando una persona fallece. Es fundamental asegurar al niño que él no es responsable de la muerte y, si decide asistir al funeral, prepararlo con detalles sencillos sobre lo que ocurrirá en el evento. Si el niño presenta problemas físicos, es importante permitirle que experimente su tristeza, pero al mismo tiempo protegerlo de un dolor intenso mediante la búsqueda de orientación profesional.

Es recomendable responder a las preguntas con honestidad y compartir los propios sentimientos
y recuerdos de la persona fallecida. Es favorable motivar a los niños a expresar sus emociones, incluso el enojo, a través de dibujos, poemas o trabajos artísticos. No hay que olvidar que los niños necesitan apoyo y consuelo, por lo que se les puede ofrecer algo que perteneció a la persona fallecida como un recordatorio y una manera de honrarla.
Ventajas de hablar con los niños sobre la muerte:
Puede ayudar a los niños a comprender que la muerte es una parte natural de la vida.
Puede ayudar a los niños a procesar sus emociones y a enfrentar la muerte de manera más saludable.
Puede ayudar a los niños a desarrollar una mayor empatía hacia los demás y una comprensión más profunda de la vida.
Cómo los niños pueden entender la muerte:
Los niños pueden entender la muerte de manera diferente según su edad y nivel de desarrollo.
Los niños más pequeños pueden tener dificultades para comprender la muerte y pueden pensar que la persona simplemente se fue de viaje.
Los niños mayores pueden comprender la muerte de manera más abstracta, pero pueden experimentar emociones más intensas.
Los niños pueden necesitar apoyo emocional adicional después de la muerte de un ser querido, como la terapia o el apoyo de amigos
Hablar con los niños acerca de la muerte puede ser una tarea difícil, pero es importante hacerlo para ayudarles a comprender y procesar sus emociones y pensamientos sobre la muerte. Al seguir estos consejos útiles, puede ayudar a los niños a sentirse más cómodos hablando de la muerte y a enfrentar el proceso de duelo de manera saludable.
Aquí hay algunos consejos útiles para hablar con los niños acerca de la muerte.
Comience por prepararse usted mismo: Antes de hablar con un niño sobre la muerte, es importante que se prepare emocionalmente. Esto puede significar reflexionar sobre sus propias creencias y emociones en torno a la muerte. También puede ser útil hablar con un consejero o un profesional de la salud mental para obtener apoyo.
Elije el momento adecuado: Es importante elegir un momento adecuado para hablar con los niños sobre la muerte. Elija un momento en el que ambos tengan tiempo suficiente y no haya distracciones. Asegúrese de estar en un ambiente tranquilo y sin interrupciones.
Sea honesto y claro: Es importante ser honesto y claro cuando se habla con los niños sobre la muerte. Utilice palabras claras y sencillas que los niños puedan entender. Por ejemplo, "Abuela ha muerto" en lugar de "Abuela se fue de viaje".
Sea compasivo y empático: Los niños pueden experimentar una amplia gama de emociones cuando se les habla sobre la muerte, por lo que es importante ser compasivo y empático. Asegúrese de estar disponible para responder a cualquier pregunta que tengan y brindar apoyo emocional si lo necesitan.
Responda a sus preguntas: Los niños pueden tener muchas preguntas sobre la muerte, y es importante responderlas de manera honesta y clara. Si no sabe la respuesta a una pregunta, dígale al niño que investigará y volverá con una respuesta más tarde.
Utilice historias y metáforas: Las historias y las metáforas pueden ser una forma efectiva de explicar la muerte a los niños. Por ejemplo, puede utilizar la metáfora de una mariposa que sale de su capullo para explicar que el cuerpo de una persona se queda atrás, pero su espíritu sigue adelante.
Sea realista sobre el dolor: Es importante ser realista sobre el dolor que los niños pueden experimentar cuando se les habla sobre la muerte. Permita que los niños lloren y expresen sus emociones, y brinde el apoyo emocional que necesiten.
Permita que los niños expresen sus emociones: Los niños pueden experimentar una amplia gama de emociones después de la muerte de alguien cercano a ellos, como tristeza, ira, confusión o miedo. Permita que los niños expresen sus emociones y hágales saber que está bien sentirse de esa manera.
Ayude a los niños a recordar a la persona fallecida: Ayude a los niños a recordar a la persona fallecida hablando de sus recuerdos y compartiendo historias divertidas o significativas. Esto puede ayudar a los niños a procesar su dolor y a mantener viva la memoria de la persona fallecida.
Sea paciente: Los niños pueden necesitar tiempo para procesar la muerte y entender lo que ha sucedido. Sea paciente con ellos y esté disponible para responder a sus preguntas y preocupaciones.
Aunque los niños necesitan vivir el duelo y procesar la pérdida, lo harán de maneras diferentes a las de los adultos y es importante respetar y apoyar su proceso emocional.
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